La “Ley Silla”: un paso hacia la dignidad laboral en México
La llamada “Ley Silla” es una importante modificación normativa en el país que busca reconocer y proteger el derecho de las personas trabajadoras que realizan labores de pie por largos periodos a contar con sillas con respaldo o descansos sentados durante su jornada.
¿En qué consiste la Ley Silla?
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Se trata de una reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que añade obligaciones al empleador: proporcionar sillas o asientos adecuados con respaldo cuando las funciones lo permitan, o permitir descansos sentados.
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La reforma prohíbe que el trabajador sea obligado a permanecer de pie todo el tiempo durante la jornada cuando no lo justifica la naturaleza de la tarea.
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En concreto, los artículos 132, 133, 422 y 423 de la LFT fueron modificados para dar soporte legal a esta obligación.
¿Cuándo entra en vigor y qué plazos deben cumplir los empleadores?
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El decreto reformatorio fue publicado el 19 de diciembre de 2024.
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La entrada en vigor se fijó para el 17 de junio de 2025 (o según algunas fuentes el 17 de julio de 2025) como fecha en que las nuevas obligaciones ya son exigibles.
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Las empresas cuentan con un plazo de adaptación de 180 días naturales para adecuar sus reglamentos internos, políticas, instalaciones y documentos.
¿A quién aplica la Ley Silla?
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Se dirige especialmente a los centros de trabajo donde las personas tienen que estar de pie largos periodos: comercios, tiendas de conveniencia, farmacias, atención al cliente, seguridad, etc.
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En industrias donde la naturaleza del trabajo impide sentarse por razones de seguridad u otra causa razonable, la obligación puede ajustarse, pero siempre debe analizarse el riesgo de la bipedestación prolongada.
¿Cuáles son las principales obligaciones para los empleadores?
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Proveer sillas o asientos con respaldo en número suficiente y adecuados según las tareas.
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Permitir que quienes trabajan de pie tengan acceso a esos asientos para descansar durante la jornada, si no están en atención directa o con obligación permanente de pie.
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Adaptar el Reglamento Interior de Trabajo para incluir las nuevas disposiciones: uso de sillas, descansos, áreas designadas, etc.
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Realizar diagnóstico de riesgos por bipedestación prolongada, en colaboración con la comisión de seguridad e higiene o equivalente, para identificar factores de riesgo para la salud.
¿Qué sanciones existen por incumplimiento?
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El empleo de sillas y el derecho al descanso ya es exigible desde su entrada en vigor.
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En caso de incumplimiento, las multas pueden ir desde decenas hasta miles de Unidades de Medida y Actualización (UMA); en 2025 una UMA equivale a poco más de $108 MXN. Las multas pueden ascender a cientos de miles de pesos por trabajador afectado.
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En casos graves o de reincidencia podrían incluso aplicarse sanciones como suspensión de actividades del centro de trabajo.
¿Por qué es importante esta reforma?
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La bipedestación prolongada (estar muchas horas de pie) está asociada con problemas de salud: várices, trastornos circulatorios, dolor lumbar, fatiga muscular, entre otros.
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Establecer el derecho a un asiento adecuado es una forma de dignificar las condiciones de trabajo, mostrando que la salud y bienestar de las personas trabajadoras no pueden sacrificarse en nombre de “imagen” o eficiencia.
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Desde el punto de vista organizacional, puede contribuir a reducir ausentismo, lesiones, rotación de personal y mejorar la productividad.
Consideraciones para empleadores y trabajadores
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Para empleadores: revisar que sus instalaciones cumplan con la provisión de sillas con respaldo; actualizar reglamentos y políticas internas; realizar evaluación de riesgos; formar comisiones o instancias de seguridad e higiene que identifiquen tareas de pie prolongadas.
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Para trabajadores: conocer sus derechos; si no se cumple la obligación, puede recurrirse a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para denunciar; documentar las condiciones del centro de trabajo; participar en la identificación de riesgos.
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Para ambas partes: el diálogo y la implementación de prácticas ergonómicas (por ejemplo alternancia de posiciones, pausas, sillas adecuadas) serán clave para que la reforma tenga un impacto real.
Conclusión
La Ley Silla representa un avance relevante en materia de derechos laborales en México. No se trata solo de “dar una silla”, sino de reconocer que permanecer de pie muchas horas es una carga para la salud, y que garantizar descansos sentados es un requisito de trabajo digno. Para que la norma cumpla su cometido, será necesario que empresas, sindicatos, autoridades y trabajadores colaboren para que la implementación sea efectiva, oportuna y en beneficio real de quienes trabajan día a día.